25 años de la muerte de René Favaloro

R360

El sábado 29 de julio del año 2000, la Argentina amaneció con una noticia tan dolorosa como impactante: René Favaloro, uno de los máximos referentes de la medicina en el país y en el mundo, había sido hallado sin vida en su domicilio. El doctor se había disparado en el corazón con un revólver calibre 38 en el baño de su departamento del barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires.

Aquel día marcó un antes y un después no solo en el ámbito médico, sino en la conciencia social de los argentinos. El cirujano cardiovascular, que había revolucionado la medicina con la técnica del bypass aortocoronario, tomó una decisión definitiva, motivada por la desesperación, el agotamiento y el abandono institucional.

René Favaloro tenía 77 años. Pese a su edad, seguía trabajando incansablemente en su gran proyecto: la Fundación Favaloro, una institución médico-científica dedicada a la atención, investigación y formación médica con excelencia y sentido social. Pero la fundación atravesaba una crisis financiera terminal. Favaloro había pedido ayuda al Estado, a empresarios, a dirigentes, pero no había recibido respuestas concretas.

“Estoy cansado de golpear puertas sin obtener respuesta. Estoy viejo y cansado”, escribió en una de las siete cartas que dejó antes de quitarse la vida. Las misivas estaban dirigidas a familiares, amigos y autoridades. En ellas, no solo explicaba su decisión, sino que también denunciaba con claridad las deudas que el Estado y diversas obras sociales mantenían con su fundación, que ascendían a más de 18 millones de pesos/dólares.

Ese sábado, Favaloro había almorzado con su hermano Juan José. Nada indicaba lo que haría más tarde. En su departamento de la calle Arenales, escribió las cartas y se encerró en el baño. Su cuerpo fue encontrado horas más tarde por su empleada doméstica. La noticia se difundió con rapidez y provocó un luto generalizado.

A 25 años de su muerte, su legado sigue vigente, pero su final trágico sigue doliendo. Su historia es también una advertencia: incluso los héroes necesitan que los escuchen. Incluso los corazones más fuertes pueden romperse ante la indiferencia.

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