Hoy recordamos con profundo cariño al Padre Juan Corti, al cumplirse 100 años de su nacimiento. Con alma italiana y espíritu gaucho, llegó a nuestra Patagonia con un sueño firme: dar edificación no solo de muros, sino de esperanzas y educación para todos. En Comodoro Rivadavia dejó huellas imborrables: fundó escuelas, iglesias, barrios y una obra social que abrazó a quienes más lo necesitaban.
Aunque ya no esté entre nosotros, hoy queremos hacer suyo ese día de festejo: convocarte a mirar su vida, revivir su legado y seguir sus pasos. Que su pasión por los niños, su entrega incansable y su fe firme nos motiven a continuar construyendo comunidades más solidarias y con corazón.
En la Catedral San Juan Bosco se hizo una misa conmemorativa con presencia de todas las instituciones que él creó, además de funcionarios y autoridades de la ciudad.
“Que la esperanza nunca se apague”, decía él. Que ese sea también nuestro lema hoy y siempre.
